Reseña crítica de Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift | Jose ...

Reseña crítica de Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift (edición de Pilar Elena. Editorial Cátedra, colección Letras Universales). Por Jose Manuel Romaguera Aleixandre. Los viajes de Gulliver, obra maestra (o al menos la más conocida) del escritor angloirlandés Jonathan Swift fue publicada como texto anónimo en 1726. El título original es Viajes a varias naciones remotas del mundo en cuatro partes. Por Lemuel Gulliver, primero medico, y luego capitán de varios barcos. Este título sitúa mucho mejor al lector ante lo que le espera al leer la obra. El título que nos ha llegado hasta la actualidad se debe a la concepción popular de la obra, que en muchos casos es únicamente una adaptación reducida de la misma, con la intención de hacerla legible y amena para el lector joven o incluso infantil. Estas adaptaciones tan solo toman una de las vertientes de la obra, la de novela de viajes y aventuras. A simple vista parece que la obra quiera introducir al lector en mundos nuevos y desconocidos, mostrando sociedades nunca vistas por el hombre, duelos contra animales feroces y encarnizadas batallas entre pueblos enfrentados, siguiendo el estilo de las numerosas novelas de viajes que circulaban en su época. No obstante, la novela tiene como propósito algo diferente y mucho más importante para todos sus lectores: las aventuras y desventuras de Gulliver son utilizadas por Swift como vehículo o instrumento para sacar a la luz y criticar duramente las grandes necedades del ser humano, tanto desde la perspectiva individual como desde la social. Esto supone, a mi entender, un adelanto significativo respecto a las obras de su tiempo adentrándose en el movimiento o pensamiento ilustrado que empezaría durante esos años (principios del s. XVIII). La obra de Swift es enteramente narrativa, pero contiene un vasto fondo teórico y filosófico, mucho más grande que obras destinadas completamente a la moral o a la sociología. Gracias a la hábil escritura de Swift se sucederán observaciones, críticas y posibles mejoras sociales, todo esto camuflado en un cuento de aventuras a través de los lugares más extraños y mágicos del mundo. Por ello, hay que leer el libro de forma pausada y reflexiva, acertando a ver más allá de gigantes y seres diminutos. Toda la fantasía elaborada por Swift no es casual o azarosa, sino deliberada, con el fin de ofrecer metáforas visibles y poderosas que muestren al lector cuan arrogantes somos los humanos. Los hombres diminutos del primer viaje así como los gigantes del

segundo responden a diferentes estratos sociales (nobleza, realeza, políticos), los habitantes de la isla flotante (los primeros científicos positivistas), los yohoos (origen, hombres de las cavernas) y la raza de caballos (idea de una sociedad u organización perfecta, entendiendo la perfección en términos de honor y bondad). De todas las propuestas de mejora dadas por Swift, o de todas las vergüenzas que pretende destapar, creo que no hay ni una que de hecho (ya que de palabra parecen casi todas alcanzadas o superadas) haya cambiado desde su época hasta hoy. Esto hace de los Viajes de Gulliver una obra de obligada lectura para todo aquel que se interese por el género humano desde el punto de vista social, cultural o filosófico. Gracias a esta se podrá constatar cómo numerosos defectos y malas artes son puestas en práctica por los humanos desde hace varios siglos, y aunque haya pensadores que los saquen a la luz1 (Swift aquí lo hace desde la sátira) esto no sirve para que de hecho cambien por algo mejor. Así pues, la lectura de este libro debe servir para que cada uno de los lectores reflexione sobre su conducta y pensamientos, sobre la conducta de su sociedad y los valores teóricos en los cuales esta se sustenta. El lector apreciará diferentes relaciones sociales y humanas desde puntos de vista que no hubiera imaginado, siendo capaz de percibir la continua degradación del hombre y de la mayoría de sus comunidades o sociedades. No por ello es la obra una dosis de negatividad, sino todo lo contrario. En Los viajes de Gulliver abundan las bromas, lo cómico, lo pintoresco y lo bello. Sin ir más lejos, el protagonista, Gulliver, es un ejemplo de la grandeza humana, tanto por sus acciones como por sus pensamientos y reflexiones. Es médico (preocupado por la salud de sus congéneres) y navegante (instinto de exploración y aventura propio del hombre joven, vitalista), así como alguien tremendamente culto y predispuesto a aprender nuevas lenguas y costumbres (saber imitar) haciéndolo flexible y adaptable, siendo estas características básicas y originarias del ser humano. A mi entender, Los viajes de Gulliver es una de las grandes obras literarias y filosóficas de la humanidad, sabiendo aunar aspectos en principio tan poco compatibles como la aventura y la fantasía con el discurso filosófico y moral (siempre desde la razón crítica).

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La expresión «sacar a la luz» entendida como la propuesta del pensamiento ilustrado de ofrecer un conocimiento basado en la razón crítica, al alcance del pueblo sin reservarlo únicamente para las clases privilegiadas.